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Tesis
Necesidades de información de los usuarios de servicios sanitarios de atención primaria de Salamanca

 

La necesidad de información es dinámica, se manifiesta por una intencionalidad en la conducta y tiene un carácter individual e intersubjetivo. La información sanitaria estudiada en esta investigación es la que se intercambia entre la administración, los profesionales y los usuarios. Sus contenidos son variados: actividades preventivas, salud pública, enfermedad, profesionales, accesibilidad y organización de los servicios. Su interés radica en su capacidad para promover una atención de mayor calidad y más segura, en obtener un mayor compromiso del paciente para mantener su salud y el cuidado de su enfermedad así como conseguir una utilización más adecuada, eficiente y racional de los recursos.


Entre los diversos determinantes que han modificado la información al usuario podemos señalar: los avances en la tecnología médica, el movimiento asociativo de los pacientes, la mercantilización de la salud y recientemente la generalización en el uso de las tecnologías de la información que han modificado la forma de obtener información sanitaria por los usuarios y en consecuencia la relación médico paciente. La legislación que regula esta información se ha adaptado al nuevo escenario de dicha relación.


Para conocer, interpretar y comprender las necesidades de información de los usuarios de servicios sanitarios de atención primaria urbana de Salamanca, se diseña un estudio exploratorio desde la perspectiva cualitativa-estructural. Se realizan 10 grupos de discusión en los que participan 83 personas. Dos grupos son de asociaciones y ocho de usuarios de atención primaria. Las variables estructurales son: procedencia, sexo, edad, y nivel de estudios. El análisis de los textos señala cuatro contenidos informativos generales: necesidades de información salud y enfermedad, servicios sanitarios, medios de información adecuados y barreras detectadas a dicha información, con diferentes intencionalidades (necesidad de información, observación, propuesta de mejora y reivindicaciones).


Los resultados detallan los diferentes perfiles de necesidades de información, medios informativos, propuestas de mejora y barreras según las categorías de análisis, que permiten interpretar y comprender dichas necesidades.


Los usuarios hacen una valoración global positiva del servicio de atención primaria. Tienen un sentimiento de propiedad del sistema sanitario, se sienten orgullosos del mismo y defienden su continuidad con los niveles de calidad actuales, apelando a un uso responsable de los recursos para garantizar su mantenimiento.


Los participantes demandan información de carácter clínico para ejercer su derecho de autonomía y acerca de los servicios y los recursos que les ayude a utilizarlos de manera adecuada. Todo ello traduce la tendencia al empoderamiento de los usuarios como parte del cambio social.


La principal necesidad de información es el motivo de consulta, especialmente el diagnóstico, el pronóstico y las opciones terapéuticas, con la finalidad de involucrarse activamente en la toma de decisiones y en su cuidado. Otra área de interés son las actividades de promoción de la salud y los signos de alarma que permitan la detección precoz. Los diferentes grupos coinciden en que la información que se trasmite al paciente debe ser inteligible, actualizada y coordinada entre los diferentes profesionales y niveles asistenciales.


Les preocupan los derechos asistenciales: las listas de espera (consultas y pruebas) y la libre elección cualificada de profesional.


Solicitan información verbal y escrita, subrayando la satisfacción y seguridad que les proporciona obtener por escrito las prescripciones y recomendaciones. Además, les gustaría poder disponer en su domicilio de una guía de servicios que puedan consultar. Excepto los grupos de mayor edad, se muestran muy interesados en las capacidades y potencial de las nuevas tecnologías de la información y comunicación.
Las barreras identificadas son la limitación de la accesibilidad (cita telefónica, listas de espera y retrasos en la entrada a la consulta) y el escaso tiempo dedicado al paciente en la consulta que limita la comunicación médico-paciente.


Entre las numerosas propuestas de mejora realizadas por los usuarios, destacan las siguientes: citación a través de las nuevas tecnologías; ampliar el horario de atención en los centros de salud; implantar un servicio de atención telefónica de 24 horas; editar una guía de servicios de atención primaria; tarjeta sanitaria compatible entre los diferentes Servicios de Salud que permita el acceso a la historia clínica electrónica del usuario en cualquier centro sanitario; informar sobre características de profesionales y equipos para ejercer la libre elección de médico y servicio; evaluar el proceso de comunicación médico paciente y la calidad de la información proporcionada; acercar la información a los lugares habituales de reunión de la población; prescribir páginas web de calidad dónde obtener información.


Las asociaciones mantienen una postura reivindicativa. Destacan la importancia de su rol en el sistema sanitario como recurso complementario y demandan información de todos los recursos asistenciales disponibles, públicos y privados.


Las características del discurso varían en función del género, de esta manera a las mujeres les preocupa principalmente la accesibilidad, la coordinación de los profesionales y la obtención de información clara y específica, preferentemente por escrito que les permita asumir los cuidados del proceso. Su discurso traduce la asunción del rol de cuidador familiar. Los hombres tienen un planteamiento más genérico y más alejado de la experiencia de la consulta, interesándose fundamentalmente por la detección precoz, las actividades preventivas o el entorno en el que se desarrolla la atención. Posiblemente debido a su menor contacto con el sistema y a un rol más pasivo en relación con la salud.


Los jóvenes acuden poco a la consulta y cuando lo hacen esperan una atención inmediata y de calidad, tanto en la resolución de su motivo de consulta como en el trato recibido. Los problemas de accesibilidad son para ellos una barrera incomprensible y, en lo relativo a la información y a la comunicación, confían en que el desarrollo tecnológico facilite la difusión informativa más allá de la estructura física de los centros sanitarios. Los participantes de edad media conocen bien el sistema por su contacto frecuente para su cuidado y el de sus familiares. Esto explica su interés informativo por contenidos sanitarios variados, por la atención urgente y la lista de espera. Destacan la necesidad de favorecer la comunicación en la consulta disponiendo para ello de tiempo suficiente y de un trato adecuado. Los mayores se consideran expertos en los problemas y en las soluciones que necesita el sistema sanitario. Opinan que su colectivo es especialmente vulnerable y reivindican disponer de más tiempo para su consulta. Valoran la importancia de la atención continuada por los mismos profesionales y de la utilización de la historia clínica. Los profesionales de enfermería se perciben como un aliado que les facilita su atención. En su opinión es el médico de atención primaria quien debe regular la utilización del sistema sanitario en el marco de una relación médico paciente basada en el respeto mutuo.


El nivel de estudios determina un perfil diferenciado. Así los participantes con nivel de estudios obligatorios son más reivindicativos acerca del trato y el contenido de la información recibida. Están más preocupados por las listas de espera, que en ocasiones resuelven consultando en urgencias, y por la escasa coordinación entre los servicios que les atienden. Reconocen dificultades económicas para seguir los hábitos nutricionales saludables que se les recomienda y la sobrecarga que les genera el cuidado de sus familiares. Los participantes con estudios superiores expresan su interés por participar activamente en las decisiones sobre su salud. También se muestran preocupados por las listas de espera y demandan información sobre la demora existente para la realización de pruebas complementarias o atención por servicios hospitalarios, con la intención de valorar en qué medida se adaptan a sus expectativas o buscar otras opciones ajenas al sistema público. Este colectivo es el que realiza más propuestas de mejora relacionadas con las tecnologías de la información.


El método cualitativo se ha mostrado útil para conocer, describir, interpretar y comprender las diferentes necesidades informativas en relación a la salud y a los servicios sanitarios, las expectativas de los usuarios en los contenidos de la información y los medios adecuados para trasmitirla.

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